jueves, 25 de julio de 2013

Intervención psicológica especializada versus apoyo emocional

Alícia Álvarez (Responsable Área Asistencial - UTCCB) 
Artículo bajo Licencia Creative Commons 


A veces, los propios profesionales no sabemos explicar bien nuestra labor y puede dar la impresión de que la confundimos con el apoyo emocional y social que la familia, los amigos y la red comunitaria presta en estas situaciones. 
Durante una situación de emergencia, catástrofe o crisis es necesario contar con procedimientos estructurados que permitan más allá de cubrir necesidades concretas, paliar el impacto psicológico de las persona ante un evento vital estresante. 
La intervención psicológica en estos casos cuenta con protocolos y guías de actuación claros, definidos y unificados. Los equipos de intervención se integran en el conjunto de agentes que dan respuesta al suceso: protección civil, policía, UME, bomberos, médicos, etc. Coordinándose para dar una mayor cobertura y solución al problema. 
Las intervenciones descoordinadas o llevadas a cabo por profesionales no cualificados pueden llevar a resultados contraproducentes tanto para la población afectada como para el propio profesional que no está preparado para tal fin. Es importante realizar un esfuerzo para unificar la formación y la capacitación de los equipos de intervención psicológica y los procedimientos. 
Las primeras intervenciones psicológicas especializadas se llevan realizando desde hace 20 años. En la actualidad, se dispone de numerosas investigaciones y evidencias científicas sobre los procesos de recuperación de las personas tras incidentes críticos. Existen análisis fiables de las necesidades de las personas y de la efectividad de las técnicas empleadas. 
Las intervenciones psicológicas constan de unas fases concretas y estrategias como los primeros auxilios psicológicos que tienen como objetivo disminuir el impacto psicológico generado por el efecto crítico a fin de: 
  • Facilitar que las personas afectadas se estabilicen. 
  • Favorecer que puedan afrontar los aspectos más urgentes de la emergencia. 
  • Detectar personas en riesgo, ya sea por sus conductas o por la situación, e implementar medidas de protección, derivación y seguimiento. 
  • Asegurar la integridad de las personas afectadas. 
La buena intervención psicológica en estos casos permite disminuir la afectación posterior al suceso evitando que se desarrollen patologías graves como el trastorno por estrés post-traumático. Favoreciendo la continuidad de las personas en su vida diaria y evitando costes sanitarios, laborales y personales. 

Bibliografía:
  • Aulagnier M., Verger P., Rouillon F. (2004) Efficiency of psychological debriefing in preventing post-traumatic stress disorders. RevEpidemiolSante Publique. Feb: 52 (1):67-79. 
  • Bisson, JI.,McFarlane, C. y Rose, S. (2000) Desahogo psicológico. En, E. B. Foa, TM. Keane y MJ. Friedman,.(Eds.)Tratamiento del estrés postraumático (57-79) Barcelona: Ariel Psicología (2003). 
  • Carlier, I. y Gersons, B. (2000) Brief prevention programs after trauma. En: JM. Violanti, D. Paton y C. Dunning (Eds.) Posttraumatic Stress Intervention: Challenges, Issues and Perspectives (65-80) Illinois, Springfield: Charles C. Thomas. Publisher LTD. 
  • Condori, L; Palacios, A & Ego-Aguirre, V. (2002). Impacto Psicológico en el trabajo en Emergencias y Desastres en Equipos de Primera Respuesta, Sociedad Peruana de Psicología de Emergencias y Desastres. Perú. 
  • Fernández Millán, J.M. (2005) Apoyo Psicológico en Situaciones de Emergencia, Edit. Psicología Pirámide. 
  • Gutiérrez, L. (2002) La Presencia de Psicólogos ya se considera como un Recurso Humano más en una Gestión Eficaz de la Catástrofe, en Revista Protección Civil, Dirección General de Protección Civil de España, N° 14, Diciembre. España. 
  • Gutiérrez, L. (2000) El Papel del Psicólogo en los Desastres, en Conferencia Virtual sobre Teoría y Práctica de las Ciencias Sociales en Situaciones de Riesgos Catastróficos, Tema IV Psicología aplicada a la Gestión de Riesgos y Catástrofes, Dirección General de Protección Civil de España y Centro Europeo de Investigación Social de Situaciones de Emergencia - CEISE. España. 
  • Llanos, María Teresa; Sinclair, Caroline; Arón, Ana María; Milicia, Neva; Martínez, María Josefina; Salgado, Ricardo &Chia, Enrique. “Manual de Primer Apoyo”. Escuela de Psicología Universidad Católica de Chile, Proyecto Fondef “Intervención en Crisis” (D03–I-1038). 
  • Mitchell, J.T. (1983) When disaster strikes... the critical incident debriefing process. Journal of the Emergency Medical Services; 8, 36 -39. Mitchell, JT. Y Everly, GS. (2000) Critical Incident Stress Management and Critical Incident Stress Debriefings: evolutions, effects and outcomes. En: B. Raphael y JP. 
  • Wilson (Eds.) Psychological debriefing: Theory, practice and evidence (71-80) New York: Cambridge University Press. 
  • McNally, RJ., Bryant, RA., Ehlers, A. Does early psychological intervention promote recovery from posttraumatic stress? Psychological Science in the Public Interest vol.4 nº2 Nov 2003.

¿Qué hacen los psicólogos en los lugares afectados por una catastrofe? APA



Siempre que hay una catástrofe de cualquier magnitud, se suele movilizar a psicólogos para que brinden ayuda. 
Para un observador externo, sería difícil distinguir un psicólogo de los demás voluntarios que también se ofrecen para ayudar con agua o mantas. 
Pero si bien los psicólogos brindan estos servicios, también ofrecen apoyo emocional crucial en el período posterior a la catástrofe. 
Dado que los psicólogos están capacitados especialmente para ayudar a las personas a sobrellevar la tensión y las emociones fuertes, ellos pueden ayudar tanto a los supervivientes de las catástrofes como a quienes brindan la ayuda inicial a entender lo común que es sentir lo que están sintiendo, ya sea enojo, tristeza o cualquier otra emoción fuerte. 
Si bien los psicólogos no brindan terapia en el lugar de la catástrofe, pueden ayudar a las personas a apoyarse en su propia fortaleza interna con el fin de iniciar el proceso de recuperación después de la catástrofe. Los psicólogos ayudan a los que se encuentran en el lugar de la catástrofe a desarrollar sus habilidades de resiliencia y así pasar de sentirse como víctimas desesperanzadas a supervivientes con una visión realista con relación a sus perspectivas. Este proceso puede incluir la toma de medidas orientadas a lograr objetivos concretos y vincularse con los demás a medida que aprenden a sobrellevar los desafíos logísticos y emocionales que plantea una catástrofe. 
Mientras los psicólogos brindan su apoyo, pueden: 
  • Escuchar las preocupaciones de las personas con respecto a diversos problemas tales como su hogar, sus familiares perdidos y sus mascotas. 
  • Ayudar a las personas a manejar sus condiciones de vida temporales y a aclimatarse a los refugios que posiblemente estén ubicados lejos de su estado natal y en distintos ambientes. 
  • Proporcionar información sobre los recursos disponibles para satisfacer necesidades actuales (vestimenta, atención médica, etc.); ayudar a facilitar esos contactos. 
  • Abogar por las necesidades de determinados individuos o familias a medida que se manejan en los sistemas que se han creado para brindarles ayuda. 
  • Ayudar a las personas a desarrollar habilidades de resiliencia entablando vínculos con familiares y amigos que también han sobrevivido o que no se han visto afectados por la catástrofe; aceptando que ese cambio implicará una experiencia continua; manteniendo una actitud esperanzada y ayudando a las personas a desarrollar sus propios planes de recuperación personal. 
  • Escuchar las preocupaciones de los padres sobre cómo sus hijos se recuperarán de la catástrofe y si podrán tratar con los desafíos que tendrán que afrontar (por ejemplo, nuevas escuelas, etc.) 
  • Contribuir con la resolución de conflictos y problemas entre los residentes de los refugios, entre los familiares y entre los voluntarios y el personal. 
  • Ayudar a las personas a manejar otras tragedias que puedan estar sucediendo simultáneamente a las secuelas de la catástrofe (como por ejemplo la muerte o la enfermedad de un familiar no afectado por la catástrofe). 
  • Enseñarles a las personas que es normal que los sobrevivientes de catástrofes presenten una serie de reacciones comunes. Algunas de estas son: miedo, recuerdos, pesadillas, emociones de irritación y/o retraimiento y confusión. 
  • Asegurarles a las personas que es posible recuperarse de una catástrofe y llevar adelante una vida plena y gratificante. 
  • Al trabajar con niños: Hay que advertir y apoyar estrategias positivas de afrontamiento; ayudarlos a restablecer vínculos con otras personas; ayudarlos a encontrar maneras de colaborar con los demás; ayudar a las familias a restablecer las rutinas y estructuras familiares; recordarles a los niños y a las familias la importancia de tomar descansos con relación a sus esfuerzos de recuperación y otras actividades saludables de cuidado de sí mismo; así como también el uso de libros para colorear relacionados con la catástrofe 
  • Suministrar información sobre cómo y dónde buscar asistencia a más largo plazo. 

Referencia - borrador de la Cruz Roja Estadounidense sobre Fundamentos del Manual sobre Salud Mental ante Catástrofes. Especial agradecimiento a la Dra. Rosemary Schwartzbard por su revisión y sugerencias editoriales.

Los psicólogos advierten que las imagenes del accidente perjudican a los afectados

Reflejando la catástrofe indirectamente.
(Agencia EFE).- La Unidad de Trauma, Crisis y Conflictos de Barcelona (UTCCB), creada por la UAB y el Colegio de Psicólogos de Cataluña, ha advertido hoy sobre los efectos adversos que puede tener la exposición a las imágenes del accidente ferroviario de Santiago de Compostela sobre las personas afectadas. 
La UTCCB ha avisado de que este efecto adverso es especialmente grave en los menores de 14 años, por lo que piden a los medios de comunicación que "lo tengan en consideración en su tratamiento informativo del accidente". 
La UTCCB, el primer centro especializado en trauma en España, explica que en accidentes con múltiples víctimas como el ocurrido ayer, los medios de comunicación "realizan una excelente labor de información e incluso de intervención social", pero advierte de la "sobreexposición" a las imágenes del accidente. 
"Existen evidencias de los efectos del llamado 'trauma a distancia', capaz de generar síntomas de estrés agudo en personas por la exposición reiterada a las imágenes e informaciones sobre el suceso", explican los psicólogos de esta unidad, que han pedido a la prensa que sea consciente de "la enorme responsabilidad al elegir las imágenes y los sonidos que usarán como soporte de sus reportajes". 
"Consideren los efectos que dichas imágenes y sonidos pueden producir en las personas que las ven. Y en los niños y adolescentes que estos días no pueden evitar ser expuestos a estas imágenes en cualquier lugar, fuera de casa, donde sus padres no pueden controlar su acceso a la información", solicitan los expertos. 
Esta unidad de trauma, situada en la Facultad de Psicología de la UAB, ha copiado el modelo del Senter for Krise psykologi AS de Bergen (Noruega), del Israel Center for the Treatment of Psychotrauma de Jerusalén (Israel) y del Northern Ireland Centre for Trauma and Transformation de O'magh (Irlanda), centros reconocidos internacionalmente. 
Los profesionales de esta unidad ofrecen sus servicios a personas, familia, grupos de víctimas y afectados y a organizaciones públicas y privadas para actuar ante cualquier tipo de suceso traumático y prestar asistencia psicológica especializada y cualificada, tanto inmediatamente después del impacto, como haciendo asesoramiento y seguimiento posteriores. 
También el Consell de l'Audiovisual de Catalunya, la autoridad en materia audiovisual en esta comunidad, ha recordado a los medios que "hay que tener un cuidado especial en el tratamiento de las tragedias personales", evitando la intrusión en la privacidad de las víctimas y de sus familiares y el uso de recursos o imágenes que sólo tienen la función de "espectacularizar" la tragedia.

Movilizan un grupo de psicólogos especializados en catastrofes

  • El grupo de intervención psicológica en catástrofes y emergencias (GIPCE) ha sido alertado tras el descarrilamiento de un tren en Santiago que ha provocado más de 77 muertos. 
  • El Centro de Atención ás Emerxencias 112 está movilizando "todos los medios disponibles para la atención de las víctimas" del siniestro. 

(EUROPA PRESS) El grupo de intervención psicológica en catástrofes y emergencias (GIPCE) ha sido alertado tras el descarrilamiento de un tren en Santiago que ha provocado más de 77 muertos. 
Además, han acudido al lugar del siniestro los bomberos de Santiago, Boiro, Arzúa, Ordes, Santa Comba y Deza, así como las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil de A Estrada, Teo y Padrón. 
La Policía Autonómica está instalando un puesto de mando avanzado en la zona del suceso. El Centro de Atención ás Emerxencias 112 está movilizando "todos los medios disponibles para la atención de las víctimas" del siniestro.

Intervención terapéutica en pacientes con trastorno agudo del estrés luego de accidente ferroviario

Reynol Moreno Puebla, 1 René Esteban Ventura Velásquez, 2 Ana M. Columbié Cuesta, 3 José Menéndez López, 4 Ivonne Ortega Pérez 5 y Carlos Quevedo Fonseca 6 

RESUMEN 

Se dispone en la institución y en el país de poca información relativa al tratamiento del trastorno de estrés agudo. Se realizó un estudio longitudinal, observacional y descriptivo a una muestra de los accidentados por el descarrilamiento de un tren, atendidos en el Instituto Superior de Medicina Militar “Dr. Luis Díaz Soto" que reunían los criterios diagnóstico de trastorno agudo por estrés según las clasificaciones internacionales. A ellos se les aplicó un programa de intervención propuesto por los autores el cual incluyó el uso de varias técnicas. Al grupo objeto de estudio se les realizaron 3 evaluaciones psiquiátricas. Predominaron los síntomas de embotamiento (53 %), recuerdos recurrentes (13 %), ansiedad e intranquilidad (66 %) y efecto negativo en el funcionamiento social (26%). La evolución clínica después del tratamiento fue muy favorable y solo en 1 paciente se desarrolló trastorno por estrés postraumático. 

Palabras clave: trastorno agudo por estrés, tratamiento del estrés agudo, estrés postraumático. 

INTRODUCCIÓN 

El trastorno de estrés agudo (TEA) es una de las enfermedades más frecuentes de encontrar como consecuencia de eventos traumáticos. La población infantil y juvenil resulta vulnerable a múltiples situaciones traumáticas que tienen como resultado final la presencia de TEA o de trastorno de estrés postraumático (TPET). 1, 2 
Estos eventos traumáticos se distribuyen en una amplia gama que va desde los accidentes de tránsito (automóviles, trenes, etc), la violencia sexual 3 hasta los conflictos armados. 4 
El TEA está incluido en la clasificación diagnóstica de la Asociación Psiquiátrica Americana, en su cuarta versión (DSM- IV), entre los trastornos de adaptación y en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) de la Organización Mundial de la Salud dentro de las reacciones al estrés grave y trastorno de adaptación. 5 

En los accidentes 

El trauma producido por un accidente automovilístico puede, desde el punto de vista psicológico abarcar una gama de síntomas que van desde cuadros clínicos ligeros (angustia, insomnio labilidad emotiva, expectación ansiosa) hasta reacciones más severas como la depresión, con una prevalencia similar entre mujeres y hombres. 6 
Existe una relación temporal, clara e inmediata entre el impacto de un desastre y la aparición de síntomas de TEA, los que aparecen después de las 24 a 48 horas y tienden a ir disminuyendo o perpetuarse. 7 Cualquier intervención que conlleve a mitigar la angustia es válida, siempre y cuando sea brindada de forma segura y oportuna. 8 
El objetivo de este estudio es describir la evolución clínica de un grupo de pacientes que sufrieron un accidente automovilístico catastrófico (descarrilamiento de un tren), y que fueron atendidos en el Servicio de Psiquiatría del ISMM por un cuadro de TEA, en quienes se aplicó un programa de intervención con modificación del desactivado, enriquecido con pictoterapia y técnicas participativas en salud mental. 

MÉTODOS 

La muestra consistió en 15 lesionados que habían sido participes de un acontecimiento traumático (accidente ferroviario) en el año 2004; todos fueron atendidos en este hospital y el rango de edad estuvo entre 15 y 17 años con una media de edad de 15 años. Los lesionados fueron entrevistados, valorados e intervenidos por los autores de la investigación y todos habían sido víctimas de un acontecimiento lo suficientemente severo como para tener la denominación de traumático. 
Los datos se obtuvieron por medio de una entrevista semiestructurada. Antes de efectuar la valoración se informaba a los lesionados del objetivo de la intervención de la cual iban a ser objeto. El abordaje terapéutico se diseñó desde la perspectiva de terapia combinada con el uso de imipramina (50 mg/día) y una intervención psicoterapéutica modificada del desactivado uso de técnica de desmovilización psicológica, oportunidad para expresar emociones y sentimientos y ser comprendidos, aprender a reconocer los síntomas como reacciones expresadas en circunstancias traumáticas, y el uso de la desmovilización como una introducción o exploración emocional. 9 -11 
El tratamiento psicoterapéutico comprendió 5 sesiones, con una frecuencia semanal de 3 horas de tratamiento en cada sesión; se siguió un programa terapéutico que contemplaba técnicas específicas y control del estrés. Se realizaron 3 evaluaciones al finalizar la intervención en la tercera semana y en la última se tomó como patrón de comparación, estudios similares en el abordaje del estrés acumulativo. 8 -13 
La entrevista semiestructurada estuvo formada por las partes siguientes: 
  • Características sociodemográficas. 
  • Entrevista estructurada para el TPET y escala para el TEA. 9 
  • Trastorno comórbido o antecedentes psiquiátricos. 
  • Cuestionario de acontecimientos vitales. Holmes y Rahhe 
El trabajo fue concebido como un estudio longitudinal, observacional y descriptivo. Con los datos recogidos se conformó una base de datos, que posteriormente se procesó mediante un paquete estadístico. Se utilizó un programa de estadística descriptiva, análisis de medias y varianzas. 

RESULTADOS 

Los 15 lesionados cumplieron los criterios diagnósticos para ser valorados como trastorno agudo por estrés (criterios A, B y C) y solo 2 casos presentaron criterio D, con presencia de síntomas disociativos, de manera que el diagnóstico de grado leve estuvo presente en el 87 % y el de grado moderado y grado grave en el 6,5 % (tabla 1)

Tabla 1 . Cumplimiento de los distintos criterios de estrés agudo en los pacientes estudiados. 

Criterios A y B 
Exposición a acontecimiento traumático con horror y gran carga emocional 15 100% 
Criterio C 
Rápida instalación del cuadro clínico 15 100% 
Criterio D 
Presencia de síntomas disociativos, estrechamiento de conciencia, aturdimiento, distanciamiento del entorno 2 13% 
Criterio E 
Presencia en número e intensidad para un trastorno generalizado de ansiedad 1 6,5% 

La edad promedio en este estudio fue de 15 años, con predominio del sexo femenino 60 % y un 40 % sexo masculino. 
El nivel escolar de los jóvenes fue preuniversitario, provenientes de hogares funcionales 45 %, hogares con pares (1 ausente) por separación o falta total 55 %. Antecedentes de traumas anteriores sin secuelas psicológicas, 2 para un 13 %. 
En la primera evaluación psiquiátrica predominaron los síntomas siguientes: embotamiento (53 %), recuerdos recurrentes (13 %), ansiedad e intranquilidad (66 %), efecto negativo en el funcionamiento social (26 %), explosiones de rabia (80 %), llanto fácil (66 %), taquicardia (66 %), y problemas de sueño (80 %). 
Se realizó una segunda evaluación en la tercera semana de tratamiento donde se constató mejoría en el 87 % de los pacientes y síntomas en el 13 %. Solamente el 6,5 % tipificaban aún como estrés grave. 
Al final de la intervención acción diseñada para el grupo, persistían síntomas ligeros caracterizados por trastorno del sueño, ansiedad e intranquilidad que todos reconocieron “como normal”. El 100 % consideró lo útil de la experiencia y solo 1 paciente reconoció que no volvería a”montar en tren”. 
En uno de los 15 pacientes se diagnosticó estrés postraumático pese a la intervención realizada. Coincide que con anterioridad al trauma este sujeto confrontaba trastornos emocionales. 

DISCUSIÓN 

El trastorno por estrés agudo es un trastorno que por definición se asocia con un acontecimiento traumático externo que provoca alteraciones psíquicas graves, donde se plantea un fallo del organismo ante una situación traumática, ante la que tiene que recuperarse. 14 
Los trabajos y estudios realizados sobre el trastorno de estrés agudo orientan sus objetivos en una doble vertiente. Por una parte unos analizan con profundidad el agente o evento traumático sin más; por otra y desde un modelo multifactorial otros trabajos consideran acelerar las características del traumatismo, las del propio individuo y otra serie de factores (apoyo social, vulnerabilidad al estrés, acontecimientos vitales, niveles de estrés). 15 
Existen múltiples factores de vulnerabilidad relacionados con la aparición de un TEPT como son los factores sociodemográficos, antecedentes de afecciones psiquiátricas, apoyo social y acontecimientos vitales. 
En este trabajo no se encontró asociación entre la aparición del TPET y factores sociodemográficos similar a lo encontrado en otros trabajos. 16 Sí se encontró, sin embargo, relación con los antecedentes de enfermedad psiquiátrica (trastornos emocionales), que coincidió con la gravedad del TEA en 2 pacientes, que habían recibido ayuda psiquiátrica antes del evento traumático. Todo esto confirma que el estrés psicosocial, estrés acumulativo, es asumido como importante en la aparición del TPET. 
Todos los jóvenes sometidos al evento traumático contaban con una red de apoyo social y eran menos vulnerables, lo que confirma que un nivel alto de apoyo y una vulnerabilidad normal al estrés pueden actuar como factores protectores al estrés. 17 
Los TEA pueden evolucionar favorablemente y los síntomas revertir en un tiempo mayor a 4 semanas y no necesariamente consolidar un TPET. Por las características del estudio fue posible conocer la evolución continuada del cuadro, y fue posible afirmar que la psicoterapia de grupo fue efectiva en este estudio con vistas a evitar complicaciones psicológicas posteriores al TEA, por lo que debe ser empleada en esos casos. 

THERAPEUTIC INTERVENTION ON PATIENTS SUFFERING ACUTE DISORDERS DUE TO STRESS AFTER A RAILWAY ACCIDENT SUMMARY 

In our Institution and ever in our country there is not enough available information relate to treatments concerning acute stress disorders. A longitudinale observational and descriptive study of a sample of people involved in an accident due to a derailment of a train was carried out. These people were assisted at Dr. Luis Diaz Soto Hospital, Institute of Military Medicine . They were diagnose as suffery from acute disorder due to stress according to international classifications. An intervention program proposed by the authors of this work was applied to them. This intervention program included the use of different techniques. There psychiatric evaluations were done to the study group. In these evaluations prevailed bluntness symptoms (53%), recurrent remembrance (13%), anxiety and restlessness (66%), and negative effect in social functioning (26%). Clinical evolution after treatment was very useful, and only 1 patient suffered from post-traumatic stress. 

Key words: acute disorder due to stress, treatment of acute, post-traumatic stress. 

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 
  1. Kassam-Adams N, García-Esparana JF, Fein JA, Winston FK. Heart rate and posttraumatic stress in injured children. Arch Gen Psychiatry 2005;62(3):335-40. 
  2. Schreie H, Ladakakos C, Morabito D, Chapman L, Knudson MM. Posttraumatic stress symptoms in children after mild to moderate pediatric trauma: a longitudinal examination of symptom prevalence, correlates, and parent-child symptom reporting. J Trauma 2005;58(2):353-63. 
  3.  Lessing JE. Primary care provides interventions for the delayed disclosure of adolescent sexual assault. J Pediatr Health Care 2005;19(1):17-24. 
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  6. Carvajal C, Carbonel CG. Trastorno agudo por estrés: Clínica y evolución. Rev Ch il Neuro-Psiquiatr 2002;40:195-200. 
  7. Gilabarte I, Boca E. Trastorno por estrés postraumático: estudio en una población de riesgo. Archivos Psiquiatr 2000;62(3):259-72. 
  8. Moreno Puebla R, Menéndez Lopez J. Aplicación de un programa de intervención-acción antiestrés. Rev Cub Med Milit 1999;28(2):155-7. 
  9. Jeffrey T, Mitchell, Everly G. Manual de operaciones para la prevención del estrés traumático en los servicios de emergencias y los trabajadores de catástrofe. City Maryland 1995. 
  10. Gutiérrez García JM. La promoción del estrés. Rev electrónica de psicología 1998;2(1): ISSN 1137-8492. 
  11. Labrador FJ. El estrés. Nuevas técnicas para su control. Madrid. Temas de hoy; 1999. 
  12. MINSAP. Tercer glosario cubano de Psiquiatría. Diagnóstico y clasificación de los trastornos mentales. Hospital Psiquiátrico de La Habana: MINSAP; 2001; 155. 
  13. Sánchez Arrastía D, Moreno Puebla RA, Ventura Velázquez RE. Estrés ocupacional en una comunidad cerrada. Rev Cubana Med Milit 2003; http://bvs.sld.cu/revistas/mil/vol32_4_03/mil02403.htm 
  14. Van Der Kolf BA, Mc Farlane. Traumatic stress of overwhuohelming experience on mind, body and societic. New York: The Guilford Press 1996;3-23. 
  15. Jiménez Treviño L, Saíz Martínez. Trastorno de estrés post-traumático. En: Jbobes G. Epidemiología. Barcelona: Masson; 2000.p.19-33. 
  16. Casado Blanco M. Posttraumatic stress disorder: a study of road accident victims. Rev Maffre Medicin 2003;14(1):26-31. 
  17. Moreno Puebla R, Sánchez Arrastía D, Ventura Velázquez RE. Acontecimientos vitales, calidad de vida y apoyo social como factores predictivos de estrés en ejecutivos. Aprobado Rev Cubana Med Milit. 
1 Especialista de II Grado en Psiquiatría. Doctor en Ciencias Médicas. Profesor Auxiliar. Instituto Superior de Medicina Militar “Dr. Luis Díaz Soto”. 2 Especialista de II Grado en Psiquiatría. Doctor en Ciencias Médicas. Profesor Asistente. Instituto Superior de Medicina Militar “Dr. Luis Díaz Soto”. 3 Especialista de I Grado en Psiquiatría. Instituto Superior de Medicina Militar “Dr. Luis Díaz Soto”. 4 Especialista de II Grado en Medicina Interna. Doctor en Ciencias. Profesor Titular. Instituto Superior de Medicina Militar “Dr. Luis Díaz Soto”. 5 Especialista de I Grado en Psiquiatría. Profesor Instructor. Instituto Superior de Medicina Militar “Dr. Luis Díaz Soto”. 6 Especialista de II Grado en Psiquiatría. Doctor en Ciencias Médicas. Profesor Asistente. Hospital Militar “Dr. Carlos J. Finlay”.

lunes, 6 de mayo de 2013

Los desahucios provocan graves consecuencias psicológicas

Un millón de gracias a nuestra compañera Montse Garcia por compartir con nosotros esta información.

La escuela de negocios ESADE y la Fundación Innovación, Acción y Conocimiento, con la colaboración de Cáritas, han realizado un estudio sobre las consecuencias emocionales que tienen los desahucios en las personas afectadas. Los objetivos de esta investigación son conocer en profundidad la vivencia de los afectados durante todo el proceso de desahucio, para identificar las emociones implicadas en cada una de las etapas, con el fin último de promover herramientas que ayuden a prevenir y gestionar mejor este proceso. 
Se trata de una investigación, dirigida por Juan Ramis-Pujol (ESADE), que analiza de forma cualitativa las emociones y los sentimientos de los afectados por un proceso de desahucio, y que valora la influencia y la eficacia de los agentes implicados. Se basa en el estudio retrospectivo de ocho casos, mediante entrevistas en profundidad y cuestionarios. 
El análisis de los datos recogidos, asemeja la vivencia de un desahucio a una montaña rusa emocional, que va desde la alegría del momento de ver aprobada la hipoteca, hasta la preocupación por la pérdida de un empleo, la sorpresa ante las primeras cartas del banco, la rabia ante las primeras amenazas y el pánico al desalojo inminente. También se identifican sentimientos de vergüenza, culpabilidad, tristeza, ansiedad, desánimo y abatimiento, en un proceso en el que lo desconocido e inesperado del curso de sucesos, multiplican la intensidad de la experiencia. 
Según los resultados, todos los participantes presentaron cuadros de Trastorno por Estrés Postraumático, caracterizado por rememoraciones de la situación amenazante, ansiedad, miedo, impotencia, problemas de sueño, sentimientos de ruptura o alejamiento en sus relaciones personales y otras repercusiones negativas en su vida personal, social o profesional. Se identificaron, también, tres casos extremos con un colapso emocional grave y una visión extremadamente negativa del mundo. 
En cuanto a los impactos más importantes que se han identificado al final del proceso, son: problemas de salud, cambios en las prioridades de la vida, cambios en la percepción personal, cambios en hábitos y rutinas, han cambiado el círculo de amistades, se sienten frustrados, la experiencia les ha resultado alienante, ha disminuido la capacidad de actuar frente a los problemas y se les ha derrumbado la forma en la que veían el mundo. 
La investigación analiza también el papel de los agentes que influyen y participan en todo el proceso, y concluye que los afectados no encuentran apoyo ni ayudas para salir de su situación en casi ninguno de estos agentes: bancos, entorno laboral e incluso en ocasiones el entorno personal tampoco ayuda al afectado. Algunos organismos sociales (como por ejemplo, Cáritas o la Plataforma de Afectados por la Hipoteca) son los que sirven de ayuda y dan esperanza a los afectados, ofreciéndoles información, consejo jurídico, apoyo económico o ayudas alimentarias. 
El estudio concluye que uno de los principales obstáculos para poder paliar los efectos psicológicos en los que deriva todo este proceso es la falta de ayuda temprana. De esta forma, la clave para prevenir las situaciones extremas que se producen, es intervenir desde el inicio del proceso, informando y ayudando, ya que cuando los afectados solicitan apoyo, ya están en una situación económica y emocional muy deteriorada, lo que les provoca una incapacidad para tomar decisiones y encontrar salidas a su situación, y agrava más el problema, haciendo que en muchas ocasiones se tomen medidas poco adecuadas o incluso desesperadas (como el suicidio).

jueves, 2 de mayo de 2013

Las secuelas del desahucio

Foto de Jon Corostola.

Articulo publicado por Laura Tardón en Mundosalud

  • El cuerpo no está preparado para aguantar tanto estrés y durante tanto tiempo 
  • Los afectados sufren colapso emocional y estrés postraumático 
  • El impacto psicológico es muy parecido al de algunas catástrofes 
  • Es importante que se relacionen con personas en su misma situación 
  • Resulta positivo que expresen su malestar por una situación injusta

Puede que Soraya Sáenz de Santamaría o cualquiera de las personas que han sufrido escrache no encuentren nada positivo en este tipo de prácticas. Sin embargo, "siempre que no entrañe violencia, esta forma de expresión o de protesta es sumamente positiva" para aquellos que han vivido un desahucio, explica Guillermo Fouce, presidente de Psicólogos sin Fronteras. 
Este tipo de manifestación "es una manera de canalizar la tensión, de expresar públicamente su malestar por una situación injusta que además genera una red de solidaridad en la que los afectados se sienten apoyados", afirma. 
Esta red les "ayuda a compartir experiencias, a no sentirse solos ni fracasados, a luchar y a reconocerse como víctimas, no como culpables", comenta Fouce. "Ni el mejor profesional del mundo podría conseguir tales efectos". El contacto con otras personas que están viviendo la misma situación, continúa el experto, "les hace mucho bien", por eso, este es uno de los consejos que más repiten los psicólogos antes, durante y después de un desahucio. 
Psicólogos sin Fronteras trabaja 'mano a mano' con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). "Nos avisan cuando hay alguien que puede necesitarnos, aunque la verdad es que suelen negar su situación hasta el último momento", cuando el desahucio ya es inminente. Normalmente, agrega el psicólogo, "es gente que ha perdido el trabajo y ahora su casa, dos aspectos muy ligados a su identidad". Es decir, no sólo se 'rompe' su identidad, "se quedan sin esperanza, se sienten indefensos y sin una segunda oportunidad para conservar su casa". 

Un desahucio, una catástrofe 

Como indica Fouce, que ha participado en la asistencia psicológica, por ejemplo, de víctimas del 11-M, se puede decir que "el impacto psicológico de los desahucios es como el de algunas situaciones de catástrofe. De hecho, utilizamos el mismo modelo de trabajo". 
 "El trauma es muy parecido. Incluso se vive una especie de duelo por la pérdida de tu espacio de vida. Me atrevería a decir incluso que hay un agravante y es que te reconozcan o no como víctima", señala el psicólogo. "Es como si a las víctimas de ETA no se les reconociera que lo son. Es una losa, un obstáculo más que tienen las personas desahuciadas". 
Pero los efectos del desahucio empiezan mucho antes de producirse. Detrás de este hecho tan desgarrador, hay una larga lucha por intentar mantener su casa. Se pasan meses buscando un nuevo trabajo, una solución y, entre tanto, "por vergüenza, se van aislando cada vez más, se encierran en sí mismos, no piden ayuda ni tampoco la aceptan". 

Depresiones y suicidio 

Según un estudio realizado por la escuela de negocios Esade (basado en las entrevistas de ocho personas), en colaboración con Cáritas, los afectados por un proceso de desahucio sufren colapso emocional y desarrollan estrés postraumático. Incluso dos de los entrevistados en el estudio habían tenido ideas suicidas. Por desgracia, ya se han dado casos de suicidio en España por culpa de los desahucios. 
Como argumenta el director de este trabajo, Juan Ramis-Pujol, "en situaciones de colapso emocional, los afectados llegan a un nivel de estrés que se bloquean, son incapaces de razonar, caen en depresión y no se ven capaces de tomar decisiones o las que toman son erróneas". La experiencia de Fouce corrobora esta afirmación, ya que "hay gente que se refugia en el alcohol, en las drogas, en reacciones violentas y en el juego". 
No poder pagar la cuota de la hipoteca, la presión del banco, las cartas del juzgado, la imposibilidad de encontrar trabajo y no tener domicilio fijo termina desbordando y paralizando a los afectados. "El cuerpo no está preparado para aguantar tanto estrés y durante tanto tiempo. Se resiente el plano social, el psicológico y también el físico, ya que pueden aparecer enfermedades coronarias, insomnio, problemas gastrointestinales, etc.", apunta Fouce, que también es doctor en Psicología y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid. El trabajo del psicólogo Dado el fuerte impacto emocional que tienen los desahucios, "nuestra labor consiste fundamentalmente en la prevención del suicidio, el apoyo y el acompañamiento de las víctimas", comenta Guillermo Fouce. Cuando se puede intervenir antes (ocurre pocas veces), "intentamos preparar psicológicamente a la persona que en teoría va a perder su casa, elaboramos un plan de acción para intentar mantenerla y buscamos alternativas en caso de no conseguirlo". Durante el desahucio, "sólo podemos acompañar y respaldar". 
Después, "nos encontramos personas que sienten pánico, rabia y pena. Se sienten derrotadas, fracasadas y han perdido la ilusión y las ganas de seguir peleando". Ante este panorama, "ayudamos a planificar una alternativa. Evaluamos sus antecedentes psiquiátricos, qué nivel de relaciones tiene el afectado, intentamos romper su aislamiento, le recomendamos que se exprese, que recupere su vida familiar y a sus amigos, que entre en contacto con personas que están en su misma situación, etc.". No es un camino fácil, pero resulta fundamental dejarse ayudar para volver a empezar. Y, como señala el especialista, acostumbrado a tratar este tipo de casos, "la dación en pago es la mejor terapia porque permite tener una segunda oportunidad".