miércoles, 5 de diciembre de 2012

Madrid Arena: Cuidado con la masa

Este articulo lo hemos tomado del blog de Psicología del Centro Aurora del Prado En un principio no hemos publicado sobre el tema por motivos personales y laborales pero nos consta que os debemos algo más especifico sobre el comportamiento grupal de las personas en situaciones de catástrofes.



El trágico acontecimiento sucedido en el recinto del Madrid Arena, donde fallecieron cinco jóvenes, nos tiene que servir para reflexionar sobre lo peligroso que puede ser el comportamiento de la masa, cuando se percibe que la vida está en peligro, para evitar que se vuelva a repetir. 

Se ha demostrado que una multitud activada por el pánico termina siendo violenta y las masas cuando actúan de forma violenta generan más pánico. Porque el instinto de supervivencia se sobrepone a todo y las personas actúan por impulso. 
Cuando los sujetos forman una masa, el comportamiento es muy diferente al que tienen cuando actúan de forma individual. Este fenómeno es algo universal y ha sucedido siempre así, aunque las personas no dejan de sorprenderse por este tipo de actuación. 

Irresponsabilidad 

La desgracia que tuvo lugar en el recinto “Madrid Arena” fue un cúmulo de negligencias e irresponsabilidades por parte de los organizadores, a los cuales parecía importarles más lo económico que lo humano. Fueron unos irresponsables, al no tener en cuenta los peligros a los que sometían a los jóvenes que inocentemente iban tan solo a divertirse. 
No respetaron las normas que se establecen para este tipo de eventos, no respetaron el número máximo de personas que estaba permitido, vendiendo muchas más entradas, no contrataron suficiente personal para controlar a las personas dentro del recinto y tampoco había suficiente personal sanitario. 

La masa se ha estudiado científicamente 

El peligro que puede suponer el comportamiento de una multitud de personas formando una masa, que en un momento dado puede ser incontrolable, no es nada nuevo. 
En 1895 Le Bon, psicólogo social francés, comenzó a estudiar científicamente el comportamiento de las masas y escribió: “La Psychologie des Foules”. En este libro demuestra que el comportamiento de los individuos juntos no es el mismo que cuando están aislados y que el comportamiento de la masa se convierte a veces en irracional. 
Los individuos dentro de una multitud se vuelven seres primitivos. El pánico supone una respuesta a aquellos acontecimientos que para ellos suponen una amenaza de peligro real o supuesto. Ante estas situaciones, se produce un desequilibrio entre la intensidad del estímulo y la capacidad de adaptación del individuo. Se ha demostrado que, cuando la intensidad del estímulo es superior a la capacidad de reacción del organismo y los recursos del sujeto son insuficientes para asumir de forma racional y adecuada en su personalidad la experiencia emocional, surgirán comportamientos de miedo reaccionando con pánico y generando situaciones peligrosas. 
En el caso del “Madrid Arena”, el exceso de personas les impedía avanzar y esta presión enorme que se producía hacía que cayeran unas encima de otras, llegando lamentablemente a asfixiarse algunas de ellas. 

Pautas de comportamiento comunes 

Las conductas de las personas en masa, aunque sea diferente la composición del grupo, o la situación social de las mismas, poseen unas pautas de conducta comunes, que hacen previsible el comportamiento de las multitudes. 
La multitud es como un ente con personalidad propia. La masa formada por los individuos genera un ser nuevo supraindividual, con un “alma colectiva”. En la actuación de la masa, se observan las influencias ancestrales que conducen a un comportamiento salvaje, primitivo, donde la supervivencia está por encima de todo y, en particular, cuando perciben que su vida peligra. 
Se ha demostrado que las tragedias se pueden producir aunque no haya un desencadenante grave. Por tanto, es fundamental que los espacios sean suficientemente amplios. 

Dentro de la masa el individuo cambia 

Cuando una persona forma parte de una multitud, esta modifica al individuo, convirtiéndole en un auténtico autómata, es como un grano de arena en medio de otros granos de arena a merced de la fuerza del viento. 
La formación de la masa da lugar a una combinación y unión de elementos nuevos, situación nueva donde influyen las ideas-grupo e ideas-fuerza, que terminan por empujar, arrastrando a todo el conjunto. 
Es cierto que la individualidad de las personas no se pierde del todo, pero hay también una serie de características comunes que se dan generalmente en la multitud imprimiéndole personalidad propia