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viernes, 31 de enero de 2014

Miedo y cerebro: Respuesta de lucha, miedo o paralizacion




El mecanismo que desata el miedo se encuentra, tanto en personas como en animales, en el cerebro, concretamente en el cerebro reptiliano, que se encarga de regular acciones esenciales para la supervivencia como comer y respirar, y en el sistema límbico, que es el encargado de regular las emociones, la lucha, la huida, la evitación del dolor y en general todas las funciones de conservación del individuo y de la especie. Este sistema revisa de manera constante (incluso durante el sueño) toda la información que se recibe a través de los sentidos, y lo hace mediante la estructura llamada amígdala cerebral, que controla las emociones básicas, como el miedo y el afecto, y se encarga de localizar la fuente del peligro. Cuando la amígdala se activa se desencadena la sensación de miedo y ansiedad, y su respuesta puede ser la huida, el enfrentamiento o la paralización.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Amigdala: Miedo y cerebro




El cuerpo amigdalino, complejo amigdalino o amígdala cerebral es un conjunto de núcleos de neuronas localizadas en la profundidad de los lóbulos temporales de los vertebrados complejos, incluidos los humanos. La amígdala forma parte del sistema límbico (término últimamente en desuso por su imprecisión), y su papel principal es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales. En vertebrados complejos, la amígdala se encarga principalmente de la formación y almacenamiento de memorias asociadas a sucesos emocionales. Investigaciones indican que, durante el condicionamiento del miedo, los estímulos sensoriales alcanzan el grupo basolateral de la amígdala, particularmente los núcleos laterales, donde se forman asociaciones con recuerdos del estímulo. La asociación entre el estímulo y eventos aversivos podrían ser mediados por potenciaciones a largo plazo, una prolongación de potencial en las estructuras sinápticas con el objetivo de reaccionar más fácilmente.

Cerebro: Temor y ansiedad (Respuesta de miedo)




La ansiedad (del latín anxietas, 'angustia, aflicción') es una respuesta emocional o conjunto de respuestas que engloba: aspectos subjetivos o cognitivos de carácter displacentero, aspectos corporales o fisiológicos caracterizados por un alto grado de activación del sistema periférico, aspectos observables o motores que suelen implicar comportamientos poco ajustados y escasamente adaptativos1 La ansiedad tiene una función muy importante relacionada con la supervivencia, junto con el miedo, la ira, la tristeza o la felicidad. Para preservar su integridad física ante amenazas el ser humano ha tenido que poner en marcha respuestas eficaces y adaptativas durante millones de años: la reacción de lucha o huida.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Paralizados por el miedo: Estres y cerebro en catástrofes



El estado de alarma es el primero y el más importante, se presenta cuando suena la llamada selectiva de la central de alarma en el caso de los bomberos, cuando se da la alarma respectiva en el caso de los hospitales o la convocatoria para las brigadas de Defensa Civil, o la llamada de intervención de Radio Patrulla para la policía; en este momento se activa el sistema del estres en todo nuestro organismo, es un estado de movilización generalizado de todas nuestras reservas de energía. Uno de los primeros cambios es el incremento en la secreción de la hormona adenocorticotrofina (ACTH). ¿Como funciona este sistema en las catástrofes y hasta que punto nos puede salvar la vida?

lunes, 12 de diciembre de 2011

La memoria del miedo


En un estudio que se publica en la revista Molecular Psychiatry se muestra cómo las emociones afectan a la memoria. En una situación de miedo, la amígdala induce en el hipocampo la generación de nuevas neuronas. Las formación de estas nuevas neuronas podría estar relacionada con el hecho de que los eventos emocionales se recuerdan de manera mucho más potente que las experiencias diarias y, además, durante más tiempo. Para comprobar cómo las emociones pueden afectar a la neurogénesis en el hipocampo, los autores de este trabajo se centraron en la amígdala basolateral, la región que se encarga de las emociones negativas, como el estrés, la ansiedad y el miedo. Los resultados muestran que la entrada de la amígdala produce en el hipocampo la formación de nuevas neuronas a partir de una población única de células madre neurales.