lunes, 16 de marzo de 2020

Los narcisistas que disfrutan con la pandemia


Una mujer, con guantes y mascarilla para protegerse del coronavirus. / EFE

Detrás de las mentiras en internet sin un motivo evidente se encuentra una necesidad de poder y control mediante la manipulación

Una gran cantidad de los bulos informativos que se han multiplicado en las redes por la pandemia del coronavirus parecen estar creados sin un motivo aparente. ¿Qué lleva a alguien a inventarse una cadena de WhatsApp o un post de redes sociales para aumentar la alarma social? Según la psicóloga Ana Villarrubia, lo provoca una personalidad muy particular, en parte narcisista y en parte antisocial. Cuando estos individuos deciden subir a la web, por ejemplo, un falso foco de contagio en una localidad, este mentiroso intenta satisfacer un afán de notoriedad, alcanzar la sensación de trascendencia. «Si los demás están guiando su comportamiento, modificando sus esquemas mentales y su forma de vida por algo que él ha promovido, sienten control, tienen sensación de poder», explica la experta. Para Villarrubia, los individuos que están detrás de parte de la infodemia son personas con escasas habilidades para relacionarse de tú a tú pero se encuentran cómodos en el mundo virtual. No importa que los mensajes falsos sean anónimos, el mentiroso consigue su gratificación al comprobar la influencia en los demás que han tenido sus montajes. «Sí consigue manipular en estos canales. Igual que quien tiene un manual para manejarse bien en el SEO. Sabe publicar para que le lean. Son personas expertas en manipular en masa», señala Villarrubia.

Los momentos de desconocimiento y dudas como los provocados por el COVID-19 se convierten en una ocasión para poner en práctica sus dotes de manipulación. «Todo escenario apocalíptico, todo escenario que genere incertidumbre, que genere un mínimo de preocupación generalizada es una oportunidad para este tipo de personas», precisa Villarrubia. «La incertidumbre significa que tengo un puzle con muchas piezas ausentes. Si yo introduzco piezas falsas pues ya estoy alimentándome de la situación», explica. nes es compartir un contenido fácilmente y rápidamente por medio de redes sociales, aunque se dude de su veracidad.

Ana Villarrubia añade un motivo más, aunque menos frecuente: el deseo de dañar. Serían bulos creados por una personalidad con una peligrosa combinación de rasgos narcisistas y psicopatías. «Hablaría también de maldad pura y dura. Es un escalón más, eso es ya simplemente disfrute. Un elemento más sádico: disfruto con el hecho de que los demás se alarmen, sufran».

La viralidad del miedo

El profesor de Estudios de Ciencias de la Información de la UOC, Alexandre López Borrull, cataloga el desafío por conseguir la máxima viralidad como otro de los motivos de las noticias falsas. «De la misma forma que existen retos que se hacen y graban en vídeos, pues está el de hacer una información a ver a cuánta gente se es capaz de engañar», explica. Para la psicóloga Ana Villarrubia ese desafío es una recompensa añadida para el narcisista. «Espera a ver incluso si le vuelve por un canal distinto por el que lo ha distribuido. Y entonces entiende que ha tenido éxito».

Según López Borrull, cuando se tiene miedo, se toman decisiones de forma impulsiva. Y en la sociedad de la información una de estas decisiones es compartir un contenido fácilmente y rápidamente por medio de redes sociales, aunque se dude de su veracidad. . 


Autor: Luis Anarte 
Publicado en: Las Provincias

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