sábado, 3 de noviembre de 2012

Siete formas de procesar el estrés tras un desastre natural


En los últimos días todos hemos estado siguiendo atentamente los movimientos del huracán Sandy hasta su llegada a la Gran Manzana. Los vientos y las lluvias del huracán han conmocionado Nueva York y en Medciencia nos preguntamos cómo manejan los supervivientes el estrés que crea el presenciar un desastre natural. 
Por suerte, Heaps y Melissa Brymer, directores del programa de terrorismo y desastres de la “UCLA/Duke University National Center for Child Traumatic Stress”, nos ofrecen 7 consejos y estrategias para superar el estrés tras un desastre natural. 
  1. Mantenerse en contacto. Tras esos momentos, es crucial mantener el contacto con otros seres humanos y con el mundo que te rodea. A veces, la gente que experimenta reacciones emocionales muy fuertes se encierran en si mismos y pierden el contacto con el exterior. Esto se interpone en el camino para afrontar el estrés tras un evento traumático. Es importante no alejarse de las relaciones interpersonales, hay que manteer el contacto con la gente que se preocupa por ti para así comprender mejor lo que te está sucediendo. Brymer también hace hincapié en la importancia de mantenerse en contacto con tu comunidad local. “Si estás confiando demasiado en las redes nacionales, será difícil averiguar lo que está sucediendo en tu área”, dice ella. La conexión a nivel local puede ayudar a aliviar las preocupaciones, proporcionando actualizaciones importantes que son relevantes para ti. 
  2. Cuídate y vuelve a la rutina. A medida que nos esforzamos por volver a la normalidad, puede haber una tendencia hacia el exceso de trabajo, en particular por parte de quienes participan de alguna manera en los esfuerzos de limpieza y recuperación. Por importante que sea tu trabajo, Brymer sugiere tomar tiempo para cuidar de sí mismo. “Piensa en lo que estás comiendo. Haz lo posible por dormir lo suficiente.” A menudo no reconocemos que las molestias adicionales con las que tenemos que cargar tras un desastre natural pueden superarnos, por eso es importante cuidar de nosotros mismos. Según Heaps, el restablecimiento de las rutinas y la vuelta a los viejos patrones es importante debido a que puede servir como una señal de que nos estamos moviendo más allá del trauma. Heaps también aconseja volver a la alimentación normal y los patrones de actividad – y especialmente los patrones de sueño – en la medida de lo posible. “Algunas personas tienen dificultades para hacer estas cosas cuando están estresados, pero cuanto más se vuelva a estos patrones, más se volverá a la normalidad”, dice. “Estas rutinas ayudarán a su cuerpo y su mente a funcionar mejor.” 
  3. Procesarlo a través de relatos. Contar historias, ya sea oralmente, por escrito, o de cualquier otra forma puede ser curativo. Esfuerzate por hablar con los amigos o la familia sobre tu experiencia o escribir tus pensamientos o ideas en un diario. “Comunicar sus pensamientos y sentimientos ayuda a la gente a entender la realidad de lo que han experimentado. También abre la puerta a la posibilidad de avanzar más allá del trauma”, dice Heaps. 
  4. Tenga en cuenta las formas de afrontamiento de otras personas. Brymer subraya que no hay una sola manera de hacer frente. “Una cosa que hemos aprendido es que las personas, incluso los miembros de una misma familia que han pasado por el mismo desastre juntos, tienen diferentes maneras de expresarse sobre el evento,” dice ella. No des por sentado que los demás sienten o reaccionan de la misma manera que tú. Cada uno de nosotros ha sido impactado de una manera diferente y tenemos que aceptar que otros pueden tener su propia manera de expresarse. Si alguien necesita un período más largo de tiempo antes de poder hablar de lo que ha pasado, está bien, debes estar dispuesto a escuchar cuando estén listos. 
  5. Limite la exposición. Muchos de nosotros hemos estado pegados a las pantallas de nuestros diversos medios de comunicación para ver las imágenes y noticias actualizadas acerca de los desastres y los rescates. Brymer sugiere poner freno a esa tendencia, porque “la exposición continua puede hacer que algunas personas estén incluso más ansiosos y preocupados.” 
  6. Practique métodos calmantes y relajación. ¿Qué se puede hacer para ayudar a aliviar la ansiedad en este momento? Cada persona debe encontrar maneras de calmar su ansiedad durante estos momentos. Esto puede tomar muchas formas, incluyendo la respiración profunda o la meditación. Algunas personas utilizan la música o el canto. Otros prefieren rezar. Lo que funciona mejor para ti es lo que debes hacer. Cuando estamos angustiados, tenemos respiraciones rápidas y superficiales. Brymer sugiere tomar tiempo durante el día para inhalar y exhalar lentamente. Puedes probar a tensar los músculos y luego relajarlos. Esto ayuda a identificar donde está la tensión y el endurecimiento de los músculos y relajarse con mayor eficacia. 
  7. Echar una mano en cualquier forma que pueda. “El servicio es una actividad terapéutica”, dice Heaps. “Algunas personas tienen dificultades para aceptar ayuda. Es importante aceptar ayuda, pero es igualmente importante ayudar a los demás”.

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